Cuando trabajamos para otra persona, no nos sentimos completamente realizados. Requerimos lograr satisfacer nuestros impulsos personales, tomar el mando de nuestro futuro y darles un intento a nuestras ideas.
1. Te gusta lo que
haces, pero no te gusta la empresa en la que trabajas
Puedes tener el mejor trabajo del
mundo, pero no te sientes cómodo en la empresa en la que trabajas, o no estás
totalmente de acuerdo con la forma en la que se hacen las cosas. Si crees que
trabajando por cuenta propia puedes llevar a la realidad grandes ideas, este es
el momento para comenzar.
Si te gusta mucho lo que haces,
arriésgate, realiza un esfuerzo y trabaja duro para lograr tu sueño.
2. Has pensado
hasta el agotamiento en ello
Todo el mundo en alguna ocasión ha
soñado ser el dueño de una empresa, ser el líder de un equipo y seguir sus
propias reglas. Pero soñar con ello no es todo para muchas personas. Si te
sientes un poco frustrado por no poder poner en marcha tu propio sueño empresarial,
este es el momento de comenzar.
3. Deseas ayudar a
los demás
Si existe algo que
motiva realmente a los emprendedores, es la
gratificante sensación de construir un equipo y brindar oportunidades a otras
personas es una de las más gratificantes responsabilidades que tienen los
emprendedores.
4. Tienes apoyo
Una cosa que mucha gente no comprende
del emprendimiento, es que no puede lograrse solo. Es necesario tener gente que
te apoye mientras tú enfocas esfuerzos en otras áreas. Puede ser un padre,
cónyuge, profesor, inversionista comprometido o quizás necesites a más de una
persona. Pero definitivamente es necesario que cuentes con alguien en caso que
las cosas no salgan como se planean.
5. Tienes una idea
genial
No solo se
necesitan ganas para lograr ser un emprendedor. Debes tener un producto para
vender que sea mejor que lo que ya se encuentra en el mercado. Si no tienes una gran idea en tu
mente, entonces no tienes nada.
Un ejemplo de ellos
es Steve Jobs, él podría haber
pasado muchos años programando juegos para Atari, pero él quería más que eso:
él quería crear una computadora que pudiese ser accesible y también que fuera
atractiva. Eso le dio el éxito donde todos los demás fallaron. Creyó en su idea
incluso después que Apple lo despidiera.
6. Tienes un plan
Las grandes ideas
pueden ser muy buenas, pero no lograrán nada si no tienes un plan para
llevarlas a cabo. Muchas personas creyeron que Richard
Branson estaba loco cuando lanzó la aerolínea Virgin
Atlantic Airways, ¡y quizás lo estaba! Pero en realidad él tenía un plan para lograrlo,
se basaba en un detallado estudio de mercado, financiación y previsión. Si no
hubiese tenido este sólido plan, su idea solo hubiera sido un fracaso más.
7. Estás dispuesto
a perseverar hasta lograrlo
Muchas empresas no logran sus
objetivos, eso es una realidad. No importa qué tan buenas puedan ser tus ideas,
no importa lo bien diseñado que sea tu plan, cuando emprendes siempre se
correrá un riesgo. Incluso los empresarios con más éxito no lograron triunfar
en su primer intento.
Pero tenían un plan
b, un plan de respaldo, así que cuando su primer intento falló, se mantuvieron
a flote hasta que pudieron intentarlo nuevamente. Nunca debes colocar todos los
huevos en una sola cesta. Hasta Oprah
Winfrey fue despedida en el primer trabajo que tuvo en televisión. Si
tienes un plan de respaldo, si tienes un plan B, no debes tener miedo a fallar.
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