Muchos jóvenes, luego de su egreso de las
universidades, enfrentan los retos en torno a su inserción al
mercado laboral. Como docente universitaria, es muy común para mí
escuchar entre mis estudiantes lo engorroso que les resulta el inicio de
esta etapa en su vida profesional.
¿Por qué no avanzamos?, ¿Qué necesitan? ¿Qué no
están haciendo? ¿Qué les falta a nuestros jóvenes que limita su
acceso a trabajos? ¿Es educación, motivación, orientación, o
experiencia?
¿Es genuino el constante y popular discurso entre
los jóvenes de que “no hay trabajo” o que “no me dan trabajo porque
no tengo experiencia”?
Desde mi punto de vista, como profesional, sugeriría
a nuestros jóvenes, si desean EMPRENDER, definir este proceso de
búsqueda como un proyecto personal, en base a la siguiente
estrategia
1. Experimentar un cambio
de actitud ante el tema de emprender. Somos lo
que pensamos y todo lo que somos surge con nuestros pensamientos. Cambiando
nuestra mentalidad, cambiarán nuestros resultados. 2. Buscar orientación profesional. La orientación persigue incrementar las posibilidades de independizarte, formándola en técnicas de búsqueda, como la elaboración de estrategias, así como desarrollando aquellos aspectos personales que la ayuden en la consecución de sus objetivos. Si no puedes pagar un servicio privado, te recomiendo los blogs especializados en el tema de emprendedurismo.
3. Crea tu marca personal. profesional como
si fuera una marca. Define los elementos necesarios, que pueden ir,
desde objetivos, tonos y valores, hasta productos y servicios. Luego
podrás monetizarlo. Puedes encontrar un gran futuro en tu
pasión. Estas recomendaciones pueden potenciar tu valor e imagen
profesional, ayudarte a buscar más allá del dinero, salir de tu zona
de confort y trabajar con verdadera pasión en aquello para lo que
tienes talento.
Entonces, ¿te graduaste? “Emplea tu Talento”.
Por: Giselle Rodríguez
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